22.11.15

¿Te cuento un cuento? Había una vez una casa y una niña…

Su madre la parió, ¿quién si no?, bajo su techo (de la casa). Casa que cumple hoy 215 años.


En los bajos había la tienda…. A las 5 en punto de la tarde de un 13 de julio, el padre supo que era una niña, en el momento en que media los 250 gramos de colonia en el medidor de cristal. No era su primera hija, pero como si ya intuyera que  seria muy  especial en su vida… resbaló de sus manos el medidor y al suelo fue a parar.
Aún se disculpó con los clientes.
Pasaron  años  y años y más años. Ventanas, puertas, lavadero, cobertizo de las herramientas, gallinero, conejeras, palomar,  fresas, judías verdes, patatas, melones, criadero de caracoles, coles gigantes, zanahorias, madroño, narcisos, ropa tendida, menta, tomillo, salvia, tulipanes, campanillas de San Jorge, laurel, ciruelo, manzano, ….
Él vivía, ella crecía.
Él murió. La madre paso a ser el objetivo principal de la niña. Las dos compartieron muchas cosas que los tres abuelos, los dos tíos y los hermanos desdibujaban en el conjunto.
Los valores del padre, la sensibilidad y el cariño que la niña ha descubierto con la dualidad de la relación al lado de la madre, ha despertado la mayor felicidad y riqueza que una persona pueda experimentar.
El martes 17 de noviembre de 2015 las llaves de la casa pasan a otras manos. Las maquinas derrumbara la casa… pero nunca los recuerdos y las experiencias vividas.

Por vosotros Josep y Elvira que me habéis hecho la persona que hoy soy.