29.5.11

un domingo 10

Al igual que otros domingos, de mis últimos años, lo he pasado en la gran ciudad disfrutando de sesión de cine matinal y sesión de cine a primera hora de la tarde. No voy a hablar de las dos pelis, hoy ha sido más importante lo que he vivido entre peli y peli.
Hace 2 años una amiga me invitó a un restaurante, de carta con productos naturales, de la capital. Al entrar nos atendió un joven con mirada y rostro amable, atento, servicial con moderación. Nos sentimos muy cómodas.
Hoy voy a confesar dos sentimientos:
Primero - ese joven que nos hizo los honores de forma muy profesional, me cautivó con su mirada madura y a la vez delicada, su rostro expresivo y a la vez de facciones amables, su voz suave y a la vez segura, su pelo un puntito enmarañado y a la vez pulcro y su sonrisa pícara de complicidad. Siempre que he ido a la capital, por razones profesionales, he comido en este restaurante. Al entrar me ofrece mesa, me da la carta y… al final le pago la cuenta. No se su nombre, ni su edad, puedo intuir que se llama Albert, Ferrán, Nil, Robert… que tiene 30, 32 o 36 años. Ninguno de estos datos son importantes para mí. Nunca me siento en una mesa donde le pueda ver constantemente. Me quedo con “su presencia” bajo el mismo techo.
Segundo – hoy he ido más allá, mi cuerpo se ha llenado de ternura (y no ha sido producto de la peli que había visto primero), solo al pasar la puerta me ha atendido, con su sonrisa juvenil… casi no podía moverme: le miraba el rostro, le miraba su mirada, oía sus palabras, seguía con la vista el movimiento de su brazo indicándome la mesa, olía el olor de su presencia que es imposible de describir… con seguridad he decidido escribir ese post dedicado a él e invitarle a leerlo. Al pagar la nota le he pedido un boli y le he ofrecido la dirección de este blog. No sé si lo leerá, no sé si me tomará por una mujer madurita con sueños locos, pero vosotros que me leéis cada semana sabéis de mis sensibilidades y de mi sinceridad.
Del día de hoy me veo en la obligación de pedir un deseo: si fuese posible ir a vivir a una isla desierta le pediría que me acompañara.
¿La carta a los Reyes Magos? Pues…. estar acurrucados hasta la eternidad.

Con la segunda peli he llorado un montón... tema: amigos en la playa con amores y desamores.